Durante las últimas cinco décadas, el RCD Espanyol ha vivido altibajos, pero la ambición siempre ha sido la constante que ha mantenido al club en la lucha. "Ambició Perica" busca redefinir lo que significa el éxito para el club, estableciendo el objetivo claro de estar entre los seis primeros de La Liga y convertirse en un participante regular de competiciones europeas. Esta ambición no se limita al primer equipo, sino que permea todas las categorías del club, fomentando una cultura de victoria y excelencia.
La identidad del RCD Espanyol está intrínsecamente ligada a su historia y a su gente. En el último medio siglo, la política del club ha fluctuado, a veces alejándose de su identidad original. "Ambició Perica" propone un retorno a la esencia de lo que significa ser perico: resistencia, orgullo y una fuerte conexión con la cantera. La pedrera no es solo una fuente de jugadores, sino también el alma del club, una representación de nuestros valores y tradiciones.
En las últimas décadas se han visto cambios significativos en la propiedad y gestión del club. Para devolver el RCD Espanyol a sus raíces, "Ambició Perica" invita a la afición a tomar un rol activo en la propiedad del club. Este cambio de paradigma en la política de propiedad busca instaurar un modelo de club participativo, donde los aficionados no solo sean espectadores, sino actores clave en la toma de decisiones importantes.
La gestión del club ha sido objeto de críticas, aciertos y desaciertos durante los últimos 50 años. "Ambició Perica" busca integrar un equipo gestor de talento local y profesional que entienda el fútbol y el club desde una perspectiva perica. Este principio busca una gestión transparente, responsable y profesional que ponga el club en la senda del crecimiento y la sostenibilidad.
El RCD Espanyol siempre ha sido más que un club; ha sido una comunidad. Sin embargo, las políticas de las últimas décadas en ocasiones han dividido más que unido. "Ambició Perica" es un llamamiento a la unidad, a reforzar los lazos que nos unen y a trabajar juntos hacia un objetivo común. La diversidad de nuestra afición es una fortaleza y, aprovechando nuestras diferencias, podemos construir un club más fuerte y unido.